viernes, marzo 10, 2006

Consejos a la Presidente de Chile



¡ESCUCHE, SEÑORA MICHELLE!
Con todo respeto, señora Presidente, pido su autorización para darle al presente artículo el carácter de carta pública dirigida a Vuestra Excelencia.
Le pido esa autorización, señora Presidente, porque me arriesgo a pensar que otros (e incluso otras) comparten las reflexiones que ahora yo quiero compartir con Vuestra Excelencia. Es perfectamente irrelevante que usted, señora Presidente, lea o no estas líneas para conocer estos mis pensamientos, que son en realidad consejos que yo quiero que lleguen a vuestro ponderado conocimiento: la verdad es que estoy seguro de que, por obra de lo que Nietzsche mentaba como casualidades preñadas de sentido, Vuestra Excelencia sabrá de mis consejos.
Vamos por partes.
Le aconsejo, en primer lugar, no hacerse la menor ilusión de que la tarea que tiene por delante será fácil. Por la sencilla razón de que será exageradamente difícil.
Usted, señora Presidente, simboliza casi en exceso que los vencidos en la patraña de guerra de 1973 son los vencedores de hoy. Y eso, señora Presidente, es algo que no pocos no le perdonarán jamás.
Yo supongo, señora Presidente, que usted sabe que son muchos los historiadores eximios que sostienen que Chile, nuestro sufrido país, cuenta con la derecha política más torpe, pueril, ramplona, chocarrera, acomodaticia y despiadada de toda nuestra América. Yo supongo que usted leyó “El Peso de la Noche: Nuestra Débil Fortaleza Histórica” de Alfredo Jocelyn-Holt, personaje con el cual ni usted ni yo simpatizamos, pero al cual no podríamos discutir la validez de sus análisis historiográficos.
¡Cuidado, pues! Esa derecha chilena, señora Michelle, no colaborará con su gestión política: ¡ni lo sueñe! ¿Piensa usted que personajes patéticos como Longueira, Moreira, Novoa, Larraín, Espina, Pérez de Arce, etc., etc, le perdonarán alguna vez a Vuestra Excelencia ser la hija del general Alberto Bachelet, un hombre que sí sabía lo que es el honor militar, un hombre que jamás habría disparado contra chilenos?
Vamos ahora hacia otra parte. La Concertación, con la cual Vuestra Excelencia gobernará estos próximos arduos años, parece no tener el menor sentido de la historia o, si se prefiere, de la responsabilidad histórica; su indolencia y estolidez poco tienen que envidiar a la indolencia y estolidez de la derecha.
¡Desconfíe, señora Michelle, desconfíe!
Por otra parte, señora Presidente, trate de atemperar la conscupiscencia de sus colegas de sexo; trate de decirles, con esa sutileza fina que usted bien posee, que el más importante derechos de las féminas es exigir hombría a los hombres, es exigir que los hombres podamos alcanzar la noble categoría de varones.
¿Es mucho pedir? Bueno, la verdad es que yo quiero pedirle más. La verdad es que me queda un quizá si último consejo:
¡No se deje engatuzar por la homosexualidad, la gran tirana de nuestros días! ¡Trate de convencer a los homosexuales de que son enfermos, enfermos gravísimos, y una burda y sedicente manifestación de diversidad!
Buena suerte, querida Michelle: ¡la vas a necesitar!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Burda y sedicente manifestación de la posmodernidad?

¿Y otras actitudes como la pedofilia y el incesto y la dorgadicción como se podrían llamar?

O si no hablar de los que hacen carrera política en la mentira

Aníbal Barrera Ortega dijo...

Parece que el usuario anónimo (cuya identidad sospecho) entendió poco. Mi artículo nunca habló de "burda y sedicente manifestación de la posmodernidad", sino de "burda y sedicente manifestación de diversidad", lo que quiere decir en el fondo que el homosexualismo, directamente o a través de sus epígonos, ha logrado vender burda y sedicentemente la pomada de su legitimidad en función de expresar diversidad.Lo que yo sostengo es que el homosexualismo no es diverso sino perverso.
Y, por cierto, en el mismo plano están la pedofilia, el incesto y la drogadicción. Sin duda, hay matices, pero estamos hablando de perversiones. ¿Y que significa perversión? Simplemente, "viciar con malas doctrinas o ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etc.".
En cuanto a "los que hacen carrera política en la mentira", creo que los ejemplos sobreabundan, pero creo también que no todos los políticos mienten.

Anónimo dijo...

Aníbal:

Interesante el gesto de enviar una carta a la Presidenta, con tópicos y opiniones que tienden a ser mayoritarios. Creo que la derecha está sintiendo a estas alturas un inocultable deseo de patear el tablero, mas no esta vez con los militares (y aquí se abre una dimensión preñada de misterio).

Asimismo, parece muy claro que la Concertación tiene los síntomas de los Enfermos de Poder (autocomplacencia, esclerosis creativa, escasa visión futura, tendencia al prebendaje y a la rapacería así sin más). Por último, concuerdo con eso de que la Presidenta no debe dejarse engañar por los neojacobinismos liberalizantes ad usum.

ATTE: MARÍN

LUIS MARÍN dijo...

A la luz de las protestas de estudiantes sucundarios y de las voces (las de siempre) que auguran un caos de proporciones, queda muy claro eso de que "no se haga la idea, señora Michelle, de que la tarea que tiene por delante será fácil, porque será terriblemente difícil".

Anónimo dijo...

Mi estimado Caballero:

No es nada de novedoso lo que usted plantea, si lo fuera, ciertamente estaría en la portada de algún Pseudo-periodico de nuestro país.

Sólo plantear dos cosillas, que me quedaron dando vuelta, en la lectura de su entrada:

Primero: existen varias formas para llamar a un presidente de la Republica, no solo vuestra exelencia y señora presidenta, a ratos es demasiado repetitivo.

Segundo: Creo que hace aproximadamente 16 años que Chile salió de un regimen que no le hacia bien, un sistema intolerante e incapaz de reconocer sus propios errores, pues bien, el que existan grupos minoritarios, porque es lo que son, luchando por sus derechos, creo que es problema de ellos o es que en cierto modo ¿también se siente identificado? y esta es una forma publica de reconocerlo. Hasta donde sé, no le hacen mal a nadie y son personas como usted o como yo. dicen que los homofóbicos, por que eso es usted, son potenciales Homosexuales u homosexuales frustrados.

A la Salud de la Primera Mandataria, se despide un servidor

Pablo Altamirano R.

Aníbal Barrera Ortega dijo...

Queda la impresión de que el Sr. Altamirano --si es que ése es realmente su nombre-- entendió poco y nada.
Por una parte, la manera de denominar a la Sra. Presidenta tiene que ver con la retórica. Le sugiero que averigüe que es eso.
Por otro lado, habría que establecer hasta dónde quieren llegar esos grupos minoritarios...
Mire, estimado señor: yo no tengo nada contra los homosexuales que no ostentan lo suyo como una expresión de diversidad. Creo que el homosexualismo es una patología grave que --en el caso de que se opte por transportarla-- no tiene por qué ser presentada como normalidad. ¿Que los homosexuales desean seguir siéndolo? Allá ellos, pero no traten de convencer a nadie que no son enfermos.
No sé si me entendió...

Anónimo dijo...

seguirá igual de patético que siempre, señor barrera?

las personas sanas no queremos sus peroratas sobre la moral refosilada de neonazis que no quieren ser descubiertos.